“Ante una sociedad que no cesa de comunicarnos afectos tristes –que por cierto colaboran directamente a nuestra propia complicidad en la dominación-; ante una cultura que ambiguamente nos bombardea con que la ‘vida no vale nada’, y con que ‘ven a vivir la chispa y a gozar’; ante una sonrisa publicitaria seca y acartonada, y la oración aquella del ‘valle de lágrimas’; en fin, ante la eterna promesa de ser ‘algún día’ felices, cuando la ‘felicidad’ no es más que una inalcanzable zanahoria –colgada de un alambrito que va justo desde el cuello hasta delante de los ojos, previo paso por la nuca de cada uno de nosotros- y el amor etílico de aquel que ‘se cansó de rogarle’, unido al endless love de los encueraditos que corren a contra luz en la playa, ante todo ello no podemos optar por la muerte.No podemos optar por la muerte del amor y de la felicidad, mortal, terrenal y cotidiano.Tenemos quizá que volvernos a construir el amor, volver a descubrir el poder del amor y así, nomás de pasadita, volver a construirnos la dicha terrenal para toda la vida”.Porque ‘toda la vida es ahorita”.
Esto lo dijo Jorge Gonzalez, un comunicador mexicano en su famoso libro sobre los "Frentes Culturales". El mismo autor que de pasada por Argentina, nos dijo a mí y al grupo que lo entrevistamos, que "la pasión nos hace encabronadamente revolucionarios".
Gracias Roberto, posiblemente no sepas la mano que me distes al servir de via entre esos parrafos de Jorge Gonzales y mi vista y posiblemente tampoco interese demaciado pero para mi fue muyi mportante leerlos asi que otra ves gracias
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