¿Por qué los naipes vienen en orden?

Es una pregunta que jamás me hice por entender obvia la respuesta: porque es el orden "natural", ¿de qué otra manera vendrían ordenadas?. Pues bien, parece que no.

Leyendo el hermoso trabajo "Notes on the History of Cardsharping in France", que Daniel Rhod hizo para la conferencia europea de coleccionistas (EUROCOL) y que presentó también en las Jornadas de El Escorial de este año, me entero de algo hermoso. Que fue una manera de evitar -por lo menos en Francia- que las barajas estuvieran ordenadas en una secuencia tal que permitiera ganar en una mesa de juego. Como si dijéramos que es para evitar que salieran de fábrica con un As en 4ta, 8va, 12ma, 16ma posición de forma que el dealer recibiera un poker en una mesa con cuatro jugadores. ¿Interesantísimo, no?

El teniente general de la Policía, La Reynie le envió una nota al Ministro Colbert informándole sobre los métodos de los tahúres y las soluciones para pelear contra ellos. En esa carta fechada el 31 de marzo de 1671 se leía:

"El trucado de cartas de la forma en que son cortadas o marcadas ahora es demasiado evidente como para tenerles miedo. El número de tahúres que conocen esta ventaja es demasiado grande así que son muy pocos los que las utilizan. Sin embargo, es necesario prohibir la realización y uso de este tipo de cartas mediante algún tipo de castigo. Una manera más sutil (de hacer trampa) -además de la técnica y habilidad- consiste en ordenar las cartas en secuencias antes de que sean empaquetadas por el fabricante. Por esta razón podríamos obligar a los fabricantes a ordenar las cartas por colores y palos, y olvidarse de cualquier otro tipo de orden. Esta precaución tendrá otro efecto en los tahúres: los obligará a mezclar la baraja antes de empezar con el juego y descartar las cartas que estuvieran en otro orden como falsas o trucadas (...)"

Hoy amanecí y me puse a leer un ensayo de Aldous Huxley donde justificaba (casi defendía) la realización de ensayos literarios. Allí decía: "Cuánto más absurdo, trivial e inútil el dato, más delicadamente debe ser tratado. De esta materia están hechos los más finos ensayos literarios"