31 de enero de 2010

¡En la revista Ñ!


Todos los sábados tengo un ritual maravilloso. Me levanto tarde. Esto ya es una buena cosa dado que durante la semana no se puede y eso quiere decir que me quedé hasta tarde y que pude descansar. Quiere decir que el viernes a la noche viví esa expectativa maravillosa de: "mañana no tengo nada que hacer". Me levanto tarde y me voy a un lindo bar de la vuelta de mi casa (estoy allí ahora, desde allí estoy escribiendo). Alli me voy a tomar un cafe y, luego, un tostado (los hacen impresionantes) y una Coca Light (no hay nada como la Coca común, peeero).

Lo mejor de todo es que voy allí a leer y a escribir notas, ideas para efectos, líneas que leí en un libro para una presentación, alguna reflexión sobre magia, alguna frase suelta (creo que la última fue de un documental sobre el Jazz, "Calle 54", donde alguien dice: "Nadie nunca lo vio sin su trompeta"). Allí leo mucho, leo algunos libros de magia, algunos artículos que me interesan subrayar y escribo. Bocetos... nada de otro mundo. Lo suficiente para sentirme bien, rodeado de magia.

Antes de llegar al bar paso por el quiosquito de revistas y compro dos cosas: "la Ñ" (revista de Cultura de Clarin) y La Nación (por su revista ADN Cultura). La señora que vende las revistas siempre cree que me voy de viaje porque yo siempre ando con el bolso de la compu (u otro, con cosas) y con algunos libros o revistas en la mano. Además porque por ahi sigo vistiéndome como los dias de semana, es decir, no me pongo la 'ropa de fin de semana', si no que me visto formal (me hace acordar cuando Guy hollingworth escribe que, cuando estaba escribiendo su libro, se ponía el traje para darse cuenta que estaba haciendo algo importante). La señora está convencida de eso y yo no le saquè la duda, pero para no dar demasiadas explicaciones.

Bueno, me siento en el bar y cuando leo esas revistas estoy siempre imaginandome què cosa escribiría, sobre què tema de magia, què bueno serìa que en esas revistas se hablase de magia, se contasen otras cosas de magia. Pienso que tengo que ponerme de nuevo con el Profonde, que debo organizarme de una vez por todas, pienso en las entrevistas que harìa, sobre las cosas que debería escribir. En fin, me estimula mucho. Ademàs, claro, leo cosas muy interesantes y anoto en la "wishing list" libros que debería comprarme.

El número 250

A la Ñ la compro desde el primer nùmero. Salía 50 ctvs y era genial para mi bolsillo de estudiante. Es una buena revista de cultura, tampoco a la pavada pero està muy bien. Me gusta leerla. Lo cierto es que desde ese primer nùmero pensè que debo escribir algo y proponer que se publique una nota sobre la magia.

Hace un tiempo, el escritor argentino Guillermo Martinez me escribió un mail para hacerme una entrevista sobre la magia. Sé de su afición por ella y de su "enamoramiento" con René Lavand. También lo había entrevistado a Federico Ludueña. La entrevista quedó muy linda aunque, como siempre, en el lenguaje oral uno desliza algunas imprecisiones que no puede remendar luego o aclarar. Pero quedó bien, lo sé porque me mandó el borrador. Me despaché a lo lindo de magia.

Hoy me levanté tarde como todos los sábados. Me vestí sin ropa de fin de semana, me agarrè la bolsita con textos (notas de Gabi, el Tarbell 4, una nota que encontrè sobre Ricky Jay) y pasè por el quiosquito de revistas. La señora volvió a preguntarme si yo viajaba y yo volví a decirle que sí, sonriéndole. Volvió a preguntarme si quería poner los diarios en una bolsita o si los llevaba en la mano. Los llevé en la mano, con el bolsito de la compu colgado y la otra bolsita de textos.

Es el número 250 de la Ñ, hace 250 eñes que la compro, doscientas cincuenta semanas. Lo diferente, lo notable para mí es que en este número veo en los destacados de la tapa, por primera vez, algo sobre magia: "El escritor argentino Guillermo Martinez dialoga con magos sobre psicoanálisis, ciencia y literatura". En la página 12 se inicia el artículo de 4 páginas sobre "Arte de Magia". La mitad de la nota es la entrevista que me hizo Martinez.


Llamé a la familia y a los amigos. "La letra capital es la "R" de Roberto Mansilla!". Me puse contento. Estoy contento. Siempre es lindo hablar de magia, de buena magia y más si es con personas inteligentes, con sensibilidad artística. Más si es en un medio que tiene divulgación como esa revista.

Mis amores están allí: la comunicación, la magia, el periodismo gráfico.

Como ya les avisè a todos, les aviso a ustedes. Los invito a leerla. Si no quieren pasar por un quiosquito, la pueden leer en la web, aquí. Si fuera yo, la compraría, es lindo tener material impreso sobre la magia.

Me gusta tener algo impreso para leer los sábados. Porque los sábados tengo un ritual maravilloso.

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