5 de febrero de 2010

Penn, Teller y "The Red Ball(oon)"

No puedo.
No puedo explicarlo bien. Ojalá pudiera.
La sensación que viví entonces es de magia pura. Una gran experiencia estética y poètica. Diré que valió ir a Las Vegas sólo para ver hacer este efecto.

Fue en el Show de Penn y Teller en el Río, el año pasado.

Teller entra a escena con una pelota grande, una pelota tipo la de Kiko de "El Chavo" pero completamente roja. Entra en silencio: sin palabras (como siempre) y sin música. Sólo se escucha a la pelota picar en el escenario por él y, luego, por un espectador. En la escena limpia apenas hay un banquito tipo de plaza. Teller toma la pelota de manos del público y la deja en el suelo. El se para al lado. La pelota, de pronto, se mueve. No se mueve. Cobra vida. Se acerca a él. Teller la vuelve a alejar y la pelota, de nuevo, vuelve. Teller toma ahora un aro grande ("Hula Hoop") y lo pone en lìnea a la bola, unos cuàntos centìmetros por encima del suelo. La pelota se acerca, pero se detiene. Teller baja un poco más el aro. La pelota se acerca un poco más, pero se arrepiente. Teller baja un poco más el aro. La bola se acerca y Teller baja el aro hasta que roza el suelo, entonces, la bola lo esquiva. Le pasa por al lado.

Así, otros movimientos más que no puedo explicar. No puedo.

Todo se hace en silencio. Dejando que la magia hable por sí misma. Que los objetos digan lo suyo y nuestros sentidos el resto.


Decir que es una versión de "La Bola Okito" aunque sea verdad, es desviar el punto de lo importante. Casi una profanación (porque implicaría, desde el pensamiento de los magos decir: "fa! no sé como lo hace", "que HDP"). La experiencia que se vive es otra.

El Globo Rojo

Lamento no poder decir más. No poder explicar al detalle los movimientos.

Puedo decir que una revista de Las Vegas publicó un artículo exclusivamente sobre ese efecto. Lo supe después, cuando volví y quería saber todo al respecto.

Una circunstancia hizo que el efecto me gustase más o que lo sintiera más personal. Hacía un tiempo estaba pensando en un efecto con un globo, un globo rojo. Me encantaba el objeto y había muchas ideas dándome vueltas. La idea era que el globo hablase por sí mismo (no estoy siendo literal) y que se viviera magia. Con eso en la cabeza y sin saber nada al respecto, un amigo cinéfilo me dijo: "Alguna vez viste "El Globo Rojo". Ahia. Qué impresión. No lo había visto.

"Le Ballon Rouge" es un cortometraje de 1957, escrito y dirigido por Albert Lamorisse que es una maravilla. Ganó un Oscar por Guión y la Palma de Oro para cortometrajes.Son de ese tipo de cosas que a uno le gusta de una manera tan elemental que no podría decir describir las razones por la que le gusta.

Lo cierto es que cuando lo vi a Teller hacer lo que hizo, supe que alguien había logrado eso que quería. No con un globo, pero sí con una pelota.

En fin.
Les dejo aquí el artículo sobre el efecto

Y aquí, unos segundos del cortometraje. Con estas dos cosas, quizás puedan entender eso que yo no puedo.


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