Hace un tiempo que estoy leyendo mucha "NOMagia"; lo que quiere decir que he disminuido mucho la lectura de temas relacionados directamente al Ilusionismo. Sin embargo, es imposible dejar de pensar en él mientras leo otra cosa.
Por ejemplo, ha estado apareciendo en sucesivas lecturas (fundamentalmente periodísticas-literarias: crónicas, relatos, entrevistas) la eterna preocupación de los (buenos) escritores y periodistas de hallar la palabra justa, el giro adecuado, la expresión correcta para decir lo que quieren decir y, sobretodo, para decirlo como lo quieren decir.
Ahora bien, leyendo esas cosas, no podía dejar de pensar que muchas veces los magos no advertimos que lo nuestro también se trata de resolver problemas. ¿Cómo hago para que esta técnica quede cubierta en determinado momento, qué palabra digo para captar el interés, cómo hago para decir lo que quiero decir en pocas palabras y que no desluzca el efecto, cómo hago para hacer coherente este pase que tengo que hacer, cómo justifico que tengo que sacar este elemento en determinado momento.? Decenas y decenas de temas que debemos resolver a medida que avanzamos en el efecto.
Ni hablar de las cosas que dejamos fuera.
Por haber elegido ésto; lo otro quedó relegado; por haber decidido enfatizar este aspecto, me arriesgo a perder algo que hubiese estado mejor; por evitar decir este chiste, me pierdo un segundo de relajación.
Por ejemplo, ha estado apareciendo en sucesivas lecturas (fundamentalmente periodísticas-literarias: crónicas, relatos, entrevistas) la eterna preocupación de los (buenos) escritores y periodistas de hallar la palabra justa, el giro adecuado, la expresión correcta para decir lo que quieren decir y, sobretodo, para decirlo como lo quieren decir.
Ahora bien, leyendo esas cosas, no podía dejar de pensar que muchas veces los magos no advertimos que lo nuestro también se trata de resolver problemas. ¿Cómo hago para que esta técnica quede cubierta en determinado momento, qué palabra digo para captar el interés, cómo hago para decir lo que quiero decir en pocas palabras y que no desluzca el efecto, cómo hago para hacer coherente este pase que tengo que hacer, cómo justifico que tengo que sacar este elemento en determinado momento.? Decenas y decenas de temas que debemos resolver a medida que avanzamos en el efecto.
Ni hablar de las cosas que dejamos fuera.
Por haber elegido ésto; lo otro quedó relegado; por haber decidido enfatizar este aspecto, me arriesgo a perder algo que hubiese estado mejor; por evitar decir este chiste, me pierdo un segundo de relajación.
Allí, sin embargo, en eso que dejamos afuera, en esas decisiones que tomamos minuto a minuto, es dónde queda definida nuestra visión, donde queda establecido nuestro punto de vista.
Y al hablar de un 'punto de vista' , no estoy refiriéndome a que el artista deba dejar explícita una moraleja, un "salvemos a las ballenas" o 'God Save the Queen'. No. Estoy diciendo que en cada obra, en cada efecto, el espectador debe sentir que el Mago sabe lo que está haciendo o, más aún, porqué lo está haciendo.
Y al hablar de un 'punto de vista' , no estoy refiriéndome a que el artista deba dejar explícita una moraleja, un "salvemos a las ballenas" o 'God Save the Queen'. No. Estoy diciendo que en cada obra, en cada efecto, el espectador debe sentir que el Mago sabe lo que está haciendo o, más aún, porqué lo está haciendo.
Tiene que sentir que ese artista tiene algo para decir, que tiene un punto de vista. Es decir: que ha tomado una serie de decisiones, realizado cientos de inclusiones y exclusiones pero en función de una concepción de la Magia y, antes, tal vez del Arte y de la Vida.
guenisimo
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