4 de febrero de 2010

Misión del Poeta

Anoche, lo último que hice antes de dormirme fue leer el prólogo de "La Rosa Profunda", un libro de poemas de Borges de 1975. Será por esa cercanía al sueño, por la belleza conceptual o por las dos cosas que no puedo sacarme de la cabeza unas palabras de allí:

"La palabra habría sido en el principio un símbolo mágico, que la usura del tiempo desgastaría. La misión del poeta sería restituir a la palabra, siquiera de un modo parcial, su primitiva y ahora oculta virtud. Dos deberes tendría todo verso: comunicar un hecho preciso y tocarnos físicamente, como la cercanía del mar."


Ya está. Ahora que la dije puedo seguir en paz.

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