Antes de ayer, un amigo me comentó que el inigualable Lance Burton decidió rescindir su (nuevo) contrato en el Casino Montecarlo. Al parecer le habían pedido hacer alguna especie de recorte y él prefirió irse (o encontró la excusa perfecta tras tantos agotadores años). ¡Qué pena! Y lo digo de la forma más egoísta posible ya que eso me hace decir "nunca podré ver en Las Vegas, en su propio teatro a quien prácticamente es culpable de que me haya hecho mago".
La sensación angustiante se vuelve más profunda, o por lo menos más irónica, si se tiene en cuenta lo siguiente. Luego de la semana en el Castillo Mágico que pasamos con algunos amigos, como les he contado, fuimos a Las Vegas. En lo más parecido a un viaje de egresados, alquilamos una camioneta y fuimos de Los Angeles al desierto de Nevada.
Cómo se pueden imaginar, el viaje fue increíble. Sólo faltó una cosa: verlo a Lance Burton. "¿Cómo? -dirán ustedes- ¿fueron a Las Vegas y no fueron a verlo a Lance Burton". -No, responderé yo. Bueno, íbamos a ir pero algo pasó. El domingo, último día en el Magic Castle, alguien me dijo: "lástima que Lance Burton se quebró una pierna y no vamos a poder ir a ver el show". "¡¡¡¿Qué?!!!
Pensé que me estaban tomando el pelo, pero le pregunté a Max Maven (por entonces director artístico del Castillo) y me confirmó la noticia. "En tantos años, nunca había cancelado un show antes". Ouch.
Les juro que por un instante me dije: no vale la pena ir, me vuelvo a Argentina. Pero resistí. Y fuimos. Y la pasamos genial, sólo que sin Lance Burton (aunque si con Mac King y Penn and Teller, por ejemplo). Me queda de consuelo haber sacado algunas fotos como las que estén viendo: el Casino Monte Carlo anunciando el show de Lance; yo en la entrada del teatro y el letrero en la boletería que dice: "A los jóvenes argentinos que luego de años pudieron venir a cumplir su sueño, mis disculpas". Bueno no, simplemente anuncia que el show estaba cancelado y que se disculpaban por eso.
Lo triste es que el contrato se terminaba en menos de un mes y nadie sabía si renovaría (le preguntamos a Max Maven, a la encantadora Irene Larsen, a Mac King, a todos y nadie sabía o quería decirnos).
Lo bueno fue que después nos enteramos que había renovado por un par de años más.
Lo triste es que ahora rescindió.
Que pena y qué bronca.
Pero bueno, él sigue estando activo y quién dice que ese alejamiento no nos acerque más a nosotros, los simples mortales, con él y esa síntesis de elegancia, charme, magia y belleza estética.
(Click en la foto para ver su rutina)
Me haces recordar a un amigo, entrado en años él, que hace muchos años atras fue a visitar las cataratas y fue la única vez en no se cuantos años que se secaron...
ResponderEliminarTe acompaño en la desazón pero ánimos!! ya lo tendremos en la calle corrientes jeje