"Amistad acumulada" diría Arturo de Ascanio. Eso fue lo que experimenté con Ricardo. De golpe, todo eso acumulado, salió y se puso en su lugar. Los mismos criterios estéticos, los mismos gustos, las mismas angustias...
Lo conocí en Chile, en el evento que Juan Esteban Varela -ese otro amigo maravilloso- organizó en Montegrande con Gabi. Sí, durante tres días nos encerramos en una pequeña finca a hablar de la Magia Ficcional. Y allí estaba también 'Ricardito'. A mí me habían hablado muchísimo de él: 'tenés que conocerlo', 'cuando lo veas te va a encantar', me decían. Parece que a él algo similar le dijeron sobre mí, o no sé.
Como llegué un día después a Chile no pude ver su conferencia y nada de su magia. Pero la noche siguiente, a la madrugada, le pedí si quería hacer algo. Así, en la sala de estar, todos acurrucados por el frío, tomando algo caliente o con alcohol, le vimos hacer su rutina de Chop Cup. Apa!. Qué pulcritud, qué elegancia, que construcción, qué estructura. Pero después sacó la baraja e hizo algo, una obra: "En Todas Partes y en Ninguna". Mi Dios. La primera vez que siento que de verdad la carta está en un lugar, y luego en otro y luego en otro y así saltando de lado a lado. Pero a ver, no es que "entendí la idea de lo que quiere hacer", no señor; experimenté , sentí, viví cómo la carta iba de un lugar a otro. Y ese final. Siempre coherente con la ficción, rompe la carta para romper el hechizo. Qué belleza es etoque dramático. Y esa línea final "...sé que no soy la única persona en el mundo...que se obsesiona por una dama"
Pero por si esto fuera poco (y disculpen que insista), cuando leo sus notas (esto es un tema aparte) veo que la explicación del efecto de Hofzinser es introducida por una cita de Borges. "...La plebe, en tierras musulmanas, lo dice de 'los seres o cosas que tienen la virtud de ser inolvidables y cuya imagen acaba por enloquecer a la gente". Claro! ¡¿Cómo no me dí cuenta antes?!. "En Todas Partes y en Ninguna" , la Dama de Corazones de "En Todas partes..." , es un Zahir. Es un objeto inolvidable que puede enloquecer a la gente.
Y hablamos. Vaya si hablamos. En realidad lo escuchaba y decía "aha", "pienso lo mismo", "claro".
En un teatrito hicimos un show y el actuó. Dios mío!. Hizo "La Jaula de Desaparición", la aparición de la botella y la más lorquianas de las Cartas Apuñaladas. ¿Cómo lo digo?...GENIAL!
Terminó el encuentro, volvimos a Santiago y quedamos uno o dos días allí. Sólo podía verlo un día; o no, lo vería más, pero la única vez que le podría ver otro de sus efectos era un día particular, porque al siguiente yo actuaba y luego, partíamos de regreso. Así que esa única tarde que podía mostrarme algo, se fue a la oficina donde yo estaba (trabajo en la empresa de un gran amigo que tiene oficinas allá), nos encerramos en la sala de reuniones y terminó de conquistarme si es que eso era posible. Hizo su obra maestra: "1-3+2=0" y su Open Prediction que por puro egoísmo, por absoluta maldad y otra vez, egoísmo recalcitrante no voy a contar. No diré nada. No. Nada de nada. Ni siquiera la charla. Nada. Si quieren compren su libro "Magia de Altura". Ufa, revelé la fuente. Pero bueno. Comprenló y por favor no los lean. Háganme el favor a mí.
Y no lo ví más. Lo veré Dios mediante dentro de poco. Nos escribimos algunos mails, le sigo manifestando mi admiración más profunda y, sobretodo, mi anhelo de verlo actuar otra vez. Las distancias se perciben cortas pero son muy largas. El en España, yo en Argentina.
Cuando se me ocurrió hacer esa serie de columnas, emulando FAN del suplemento Radar de Página/12, pensé que Ricardo era uno de los que debería responder. Aceptó y se confesó un poquito con la exquisitez que lo caracteriza.
Pero eso no lo verán aquí, si no en el post que viene.
Por ahora los dejo con la opinión de Juan Tamariz sobre Ricardito, aquí
Y con dos recuerdos del encuentro de Chile dónde entendí lo que Ascanio dijo de René Lavand al hablar de "amistad acumulada".
Lo conocí en Chile, en el evento que Juan Esteban Varela -ese otro amigo maravilloso- organizó en Montegrande con Gabi. Sí, durante tres días nos encerramos en una pequeña finca a hablar de la Magia Ficcional. Y allí estaba también 'Ricardito'. A mí me habían hablado muchísimo de él: 'tenés que conocerlo', 'cuando lo veas te va a encantar', me decían. Parece que a él algo similar le dijeron sobre mí, o no sé.
Como llegué un día después a Chile no pude ver su conferencia y nada de su magia. Pero la noche siguiente, a la madrugada, le pedí si quería hacer algo. Así, en la sala de estar, todos acurrucados por el frío, tomando algo caliente o con alcohol, le vimos hacer su rutina de Chop Cup. Apa!. Qué pulcritud, qué elegancia, que construcción, qué estructura. Pero después sacó la baraja e hizo algo, una obra: "En Todas Partes y en Ninguna". Mi Dios. La primera vez que siento que de verdad la carta está en un lugar, y luego en otro y luego en otro y así saltando de lado a lado. Pero a ver, no es que "entendí la idea de lo que quiere hacer", no señor; experimenté , sentí, viví cómo la carta iba de un lugar a otro. Y ese final. Siempre coherente con la ficción, rompe la carta para romper el hechizo. Qué belleza es etoque dramático. Y esa línea final "...sé que no soy la única persona en el mundo...que se obsesiona por una dama"
Pero por si esto fuera poco (y disculpen que insista), cuando leo sus notas (esto es un tema aparte) veo que la explicación del efecto de Hofzinser es introducida por una cita de Borges. "...La plebe, en tierras musulmanas, lo dice de 'los seres o cosas que tienen la virtud de ser inolvidables y cuya imagen acaba por enloquecer a la gente". Claro! ¡¿Cómo no me dí cuenta antes?!. "En Todas Partes y en Ninguna" , la Dama de Corazones de "En Todas partes..." , es un Zahir. Es un objeto inolvidable que puede enloquecer a la gente.
Y hablamos. Vaya si hablamos. En realidad lo escuchaba y decía "aha", "pienso lo mismo", "claro".
En un teatrito hicimos un show y el actuó. Dios mío!. Hizo "La Jaula de Desaparición", la aparición de la botella y la más lorquianas de las Cartas Apuñaladas. ¿Cómo lo digo?...GENIAL!
Terminó el encuentro, volvimos a Santiago y quedamos uno o dos días allí. Sólo podía verlo un día; o no, lo vería más, pero la única vez que le podría ver otro de sus efectos era un día particular, porque al siguiente yo actuaba y luego, partíamos de regreso. Así que esa única tarde que podía mostrarme algo, se fue a la oficina donde yo estaba (trabajo en la empresa de un gran amigo que tiene oficinas allá), nos encerramos en la sala de reuniones y terminó de conquistarme si es que eso era posible. Hizo su obra maestra: "1-3+2=0" y su Open Prediction que por puro egoísmo, por absoluta maldad y otra vez, egoísmo recalcitrante no voy a contar. No diré nada. No. Nada de nada. Ni siquiera la charla. Nada. Si quieren compren su libro "Magia de Altura". Ufa, revelé la fuente. Pero bueno. Comprenló y por favor no los lean. Háganme el favor a mí.
Y no lo ví más. Lo veré Dios mediante dentro de poco. Nos escribimos algunos mails, le sigo manifestando mi admiración más profunda y, sobretodo, mi anhelo de verlo actuar otra vez. Las distancias se perciben cortas pero son muy largas. El en España, yo en Argentina.
Cuando se me ocurrió hacer esa serie de columnas, emulando FAN del suplemento Radar de Página/12, pensé que Ricardo era uno de los que debería responder. Aceptó y se confesó un poquito con la exquisitez que lo caracteriza.
Pero eso no lo verán aquí, si no en el post que viene.
Por ahora los dejo con la opinión de Juan Tamariz sobre Ricardito, aquí
Y con dos recuerdos del encuentro de Chile dónde entendí lo que Ascanio dijo de René Lavand al hablar de "amistad acumulada".
HOla, que tal, felicidades por el escrito. Ricardo es un gran tipo y un buen amigo. Te tienes que hacer seguidor de mi blog, eh, ya que has usado una foto que yo hice, que menos, no... jejejej.
ResponderEliminarhttp://magovago.blogspot.com