...cuando viajas.
No, no son anécdotas de viajes: vuelos perdidos, corridas, equipaje que no llega o cosas así. Me refiero a esas cosas que puedes vivir gracias a que estuviste de viaje y conociste en vivo y en directo a alguien, cosas que sólo suceden porque te trasladaste al lugar donde suceden esas cosas. Cosas 'grandes', como la que pude sentir cuando ví en vivo a "Penn and Teller" o cosas pequeñas, muy pequeñas, pero que te hacen dar cuenta de algo grande, algo más hermoso.
No, no son anécdotas de viajes: vuelos perdidos, corridas, equipaje que no llega o cosas así. Me refiero a esas cosas que puedes vivir gracias a que estuviste de viaje y conociste en vivo y en directo a alguien, cosas que sólo suceden porque te trasladaste al lugar donde suceden esas cosas. Cosas 'grandes', como la que pude sentir cuando ví en vivo a "Penn and Teller" o cosas pequeñas, muy pequeñas, pero que te hacen dar cuenta de algo grande, algo más hermoso.
En la sección FAN de este blog tuvimos como protagonista a Ricardo Rodriguez. Si hacen click en el vínculo advertirán que allí nos hablaba de "Tres Hombres en una Barca" el libro que había leído en su infancia y que todavía lo perseguía, con un poco de vergüenza por no estar seguro que fuera "alta literatura". Cuando estuve en su casa el mes pasado, revisé su jugosa biblioteca y allí, reposando sobre volúmenes de magia, filosofía y estudios literarios, estaba el libro en cuestión. Lo quitamos y hablamos de él.
Y aquí está, en vivo y en directo.
Como el brote en un árbol que nos avisa de la primavera.
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