Hace mucho tiempo, en un intercambio de mails, le pedí permiso a Guillermo Martínez para publicar un ensayo suyo en “Profonde” (la edición PDF). El artículo que me interesaba era “El cuento como sistema lógico” donde, en algún punto, compara al Ilusionismo con la estructura de un cuento. Simplificando podría decirse que en ambas disciplinas (el ilusionismo y la Literatura) se tejen dos arquitecturas (“sistemas lógicos”, dirá él) que se perciben sólo al final y como una sola. Antes que estás arquitecturas se ‘junten’, una de ellas estaba actuando secretamente.
Cómo no he publicado el ensayo en la versión PDF y habiendo salido el tema de René Lavand en su novela, se me ocurrió que podía ser una buena idea dar el acceso desde aquí.
Pero antes de presentar el artículo, me gustaría dejarles una brevísima entrevista que le hice por mail y que tenía el objetivo de introducir el ensayo.
¡Que lo disfruten!
1) ¿Cuál es tu vinculación con el ilusionismo?. ¿Cómo surge tu interés por él?
Siempre me gustó mucho todo lo que tuviera que ver con la magia, recibí alguna vez de regalo cajas de magia (bastante decepcionantes) y algunos libros que enseñaban trucos (que nunca me terminaban de salir). Sentía la enorme distancia entre esos trucos para niños y lo que podía hacer un ilusionista en público. Nunca de chico me hice mayor problema por descubrir "dónde estaba la trampa", siempre preferí, como en literatura, "suspender la duda" y creer.
2) ¿Cómo surge la vinculación con la literatura?
Me gustaron mucho algunos cuentos que leí en distintas épocas sobre magos e ilusionismo, y después de ver la rutina con Lavand, el hecho de que tuviera una sola mano me pareció una metáfora muy sugestiva, con potencial para ser incluida en una novela.
3) ¿Cómo surge tu interés por René Lavand? ¿Cómo lo definirías? Desde tu lugar de público y tu lugar de escritor que quizás,claro, sean lo mismo.
Vi por primera vez su rutina de close up mientras estaba en Inglaterra, en un programa de televisión. Me pareció, por su simplicidad, por su desnudez, el acto más extraordinario que había visto en mi vida. Él estaba en Las Vegas, y yo no sabía que era argentino. Cuando regr esé me enteré de que estaba por hacer un show en el Sheraton, y fui a verlo dos veces más. Traté de transmitir su cadencia y algo de su presencia imponente en mi novela.
4) Hablame por favor de la estética "de simplicidad y elegancia" en las demostraciones matemáticas. Me interesa mucho ese razonamiento dado que aprecio lo mismo del ilusionismo.
Eso es exactamente lo que admiré sobre todo en la rutina de Lavand, el despojamiento de elementos, la sensación de que él logró llegar a los "primeros principios" del arte. Una mínima cantidad de elementos simplísimos y un resultado sorpresivo y fascinante. En matemática se busca algo de esta clase de elegancia: teorías que a partir de unos pocos presupuestos, den lugar a teoremas complejos, profundos e interesantes. Y también en dirección inversa: una vez que se ha probado un resultado, "ir hacia atrás" y tratar de encontrar cuáles son los hechos fundamentales que intervienen en la demostración y cuál es la hojarasca que puede descartarse...
AHORA SI, les dejo el acceso al artículo mencionado y, de paso, les recuerdo de la nota en la revista Ñ dónde Martinez y yo hablamos sobre la Magia, aquí.
"El Cuento como Sistema Lógico", aquí
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