Cabral está muy ligado a una etapa hermosa de mi vida, hermosa y no muy lejana: la de estudiante. En la misma época que mi amigo tocaba la armónica, yo escuchaba hasta la saciedad "Lo Cortez no quita lo Cabral". No es alta música, no es.. no sé. Pero sé que Cabral es, ante todo, un trovador, o mejor, un predicador y es como tal, creo, que debe ser juzgado.
Lo escucho diciendo:
"Le pregunté a mi abuela, "Abuela, cómo te enteraste que había muerto Gardel, si en el pueblo no había radio?"
-Porque sonaron todas las sirenas del puerto y supimos que algo malo había sucedido, entonces nos acercamos al muelle a ver qué había pasado. Ahí nos enteramos que había muerto don Carlos en Medellín'.
-¿Y qué sintieron abuela?
-Carajo! Ahora somos pobres de verdad.
Cuando habla de su madre y dice: "Se llamaba Sara, la elegí como madre por la misma razón por la que Dios la eligió como hija. Nunca usó agenda porque sólo hacía lo que amaba y eso, se lo recordaba el corazón. Es decir, se dedicó sólo a vivir y no le quedó tiempo para otra cosa".
Y cuando dice: "El mundo siempre está dispuesto a complacernos, por eso estamos rodeado de buenas noticias. Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia (porque eso quiere decir que Dios todavía cree en nosotros porque si no, no seguiría mandando gente al mundo); es más, cada cantor es una buena noticia porque cada cantor es un soldado menos"
La canción que más se canta de él se inició, cuenta Cabral, por una cita bíblica. Del Génesis: «Vete de tu tierra, y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. De ti haré una nación grande y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre; y sé tú una bendición.
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